El objetivo de crear un cartel de concierto de música en blanco y rojo es anunciar y promocionar un evento musical entre los posibles asistentes. El diseño minimalista, con un uso atrevido de los colores blanco y rojo y una tipografía clara, ayuda a llamar la atención sobre el evento y a transmitir detalles importantes como la fecha, la hora, el lugar y los artistas. Mediante la distribución de estos carteles en diversos medios de comunicación y lugares físicos, los organizadores pretenden generar interés y expectación en torno al concierto y, en última instancia, aumentar la venta de entradas y la asistencia el día del evento.