
Hay imágenes que no solo se miran, se recuerdan con el tacto. Papel con fibra, tinta que sangra un poco en los bordes, tipografías con alma mecánica, colores que maduraron al sol. El estilo vintage vive ahí, en esa zona donde el ojo se vuelve memoria. Grano de película, tramas de semitono, desgaste, pátina. No busca la perfección clínica del píxel; busca la huella humana.
En 2025, lo vintage no regresa como disfraz, sino como lenguaje. Se aleja de la mera “imitación retro” y vuelve refinado, funcional y emocional, con menos adornos, más intención, menos filtros literales, más atmósfera. Es una nostalgia que entiende el presente.
“La nostalgia es una emoción por la pérdida y el desplazamiento, pero también un romance con la propia fantasía”
–Svetlana Boym
Hay una razón profunda detrás de su fuerza: frente a la avalancha de imágenes perfectas, lo vintage nos recuerda que lo vivo tiene textura. Walter Benjamin lo intuyó cuando habló del aura en la era de la reproducción: lo artesanal posee una presencia que lo industrial tiende a diluir. Sin embargo, hoy podemos reconstruir esa presencia desde lo digital, con criterio y respeto por el proceso. Roland Barthes lo llamaría el “ça a été”, el “eso ha sido”. Esa chispa de tiempo que el vintage preserva.
En la práctica, esta mirada se traduce en decisiones formales: paletas moderadas y terrosas con acentos precisos, tipografías que “respiran” (serif de transición, grotescas humanas, slab con textura), composiciones con espacio negativo que dejan hablar a la materia. Y sí, con las herramientas de diseño con IA de Venngage puedes extraer paletas de fotos analógicas, crear presentaciones con aire editorial o montar infografías con trama, grano y contraste, no para “envejecer” por moda, sino para comunicar con memoria.
Para entender por qué este lenguaje vuelve con tanta fuerza, conviene mirar de dónde viene: qué décadas, técnicas y miradas lo formaron y cómo ese sustrato cultural alimenta el vintage de hoy.
Influencias e historia del estilo vintage (las raíces de la nostalgia)
El vintage no es un bloque compacto, es una constelación de épocas y procedimientos.
- Años 20–30: Art Déco y modernidad geométrica:
Cuerpos tipográficos estilizados, diagonales, dorados y lacas, afiches de viaje y carteles de cine que celebraban la máquina y la ciudad. El Decó aporta orden, simetría y brillo controlado.

Fuente: Gemondo UK
- Años 40–50: tipografía mecánica y medio tono:
Impresión en plomo, letterpress, periódicos con tramas de puntos (halftone), ilustraciones de trazo firme. Aquí nace el “look” mid-century, con color contenido, formas claras, legibilidad como estética. “El diseño es pensamiento hecho visual.” — Saul Bass

Fuente: La Hornacida
- Años 60–70: psicodelia, pop y offset popular:
Carteles de conciertos, trazos orgánicos, paletas saturadas (mostaza, naranja tostado, verde oliva, magenta), degradados “sucios” y serigrafía. Más libertad, más gesto, más actitud. “Hay tres respuestas ante una pieza de diseño: sí, no y ¡wow!” — Milton Glaser

Fuente: L’idem Animation School
- Foto analógica y “aura” doméstica:
El álbum familiar: polaroids veladas, márgenes blancos, arañazos, grano. Como escribió Susan Sontag, “coleccionar fotografías es coleccionar el mundo”: lo vintage rescata ese gesto íntimo, lo cotidiano elevado.

Fuente: Artishock Revista
- Rescate material: lo táctil como idea:
Craquelados, papel verjurado, estampas, bordes vivos, imperfección controlada. El vintage no simula desgaste: cita los procesos que lo producían.

Fuente: Galerie 123
Del vintage de hace 10 años al vintage 2025 (y por qué hoy gana)
Hace diez años, el revival se apoyaba en filtros sepia y texturas superpuestas. Funcionaba, pero muchas veces quedaba en la superficie. En 2025, el vintage evoluciona hacia sutileza y propósito: menos “efecto”, más sistema visual. Paletas atemporales (terracotas, tabacos, crema, mostaza, azul lavado), tipografías con buen kerning, grano medido, y composición editorial con aire.
La ventaja actual es clara: podemos controlar el gesto analógico con herramientas digitales. En Venngage, eliges una plantilla, extraes paletas de una foto analógica, aplicas texturas de fondo ligeras, combinas serif humanistas con grotescas de aire mid-century y generas presentaciones e infografías con consistencia en minutos. Humanidad + precisión.
Una paleta vintage (y su trasfondo cultural)
Paleta: “Mid-Century Editorial” (inspirada en afiches 50s y editorial de época)
- Marrón tabaco – #6B4A2B
- Crema papel – #E8E3DA
- Rojo ladrillo – #A14B3B
- Azul tinta – #2F4057
- Mostaza suave – #C9A34A
De dónde viene: afiches de cine y portadas editoriales de mediados de siglo (letterpress, halftone y tintas planas). El contraste tabaco–crema replica papel envejecido, el azul tinta y el ladrillo aportan peso editorial y la mostaza cita la gama publicitaria de la época.
Cómo aplicar esta paleta vintage en Venngage
La paleta vintage funciona mejor cuando se reinterpreta, no cuando se copia literalmente. En Venngage, los colores demasiado apagados o desaturados pueden perder contraste, así que lo ideal es modernizarlos ligeramente: elevar el brillo, reducir la opacidad de los fondos y equilibrar con tipografías limpias y aireadas.
Por ejemplo:
- Usa los tonos tabaco, ladrillo o mostaza como acento, en títulos o íconos.
- Aplica los tonos crema o azul tinta como base o fondo, ajustando su saturación para mantener legibilidad.
- Sustituye texturas pesadas por patrones geométricos suaves o degradados sutiles, que evocan el look retro sin romper el estilo digital.
En la práctica, puedes combinar esta paleta dentro de las Plantillas de Infografías o Presentaciones de Venngage, con las Herramientas de IA y el Generador Gratuito de Infografías con IA de Venngage, adapta automáticamente los tonos para conservar la armonía visual. El resultado es un diseño que respira nostalgia, pero con la nitidez, balance y frescura del diseño contemporáneo.

Aquí te recomiendo una lista de plantillas para editar y adaptar:
- Póster Vintage Clásico Marrón y Amarillo
- Presentación Vintage Minimalista Marrón
- Portada de Libro Vintage de Estética Ligera
- Fotografía Retro Vintage Crema y Marrón – Póster
- Cartel de Estilo de Moda Vintage Simple Beige
- Portada de Libro Vintage Clásica Beige y Marrón
El vintage no es una tendencia: es un lenguaje emocional.
Nació del papel, la tinta y la imperfección, pero en 2025 se reinventa como una estética consciente, que no busca replicar el pasado, sino rescatar su humanidad.
Cada textura, cada tono sepia, cada borde irregular nos recuerda algo esencial: el diseño también puede sentirse. Y en una era dominada por algoritmos y pantallas, esa sensación de lo real es precisamente lo que vuelve valioso lo imperfecto.
Hoy, las herramientas digitales no borran esa esencia; la amplifican. Con las Herramientas de IA, puedes capturar la calidez de lo analógico y proyectarla en lo digital: crear infografías, presentaciones o portadas que honren los procesos del pasado sin renunciar a la claridad moderna.
El estilo vintage no se trata de mirar atrás, sino de mirar mejor.
Porque el futuro del diseño está hecho de memoria, textura y emoción. Y gracias a Venngage, esas memorias ya no se guardan en cajas de cartón: se rediseñan, se comparten y siguen inspirando.