Una organización está formada por personas con distintas capacidades, conocimientos y experiencia. Esta diversidad en esas áreas da lugar a diferentes funciones y responsabilidades organizativas. Con el tiempo, a medida que las personas pasan a otras oportunidades o se jubilan, estos cargos y obligaciones deben ser asumidos por otra persona. La mejor manera de hacerlo es mediante la planificación de la sucesión. El proceso de identificación y desarrollo de personas con potencial para desempeñar funciones críticas en una empresa se denomina planificación de la sucesión. Se trata de un enfoque proactivo para garantizar que una organización cuenta con las personas adecuadas para cubrir sus necesidades futuras. La planificación de la sucesión garantiza que haya una fuente de talento preparada para ocupar los puestos que queden vacantes cuando una persona abandone la organización, ya sea por jubilación, dimisión o fallecimiento. La planificación de la sucesión tiene muchas ventajas, como garantizar la continuidad de la organización, mantener o mejorar los niveles de rendimiento, desarrollar una reserva de talento a la que recurrir cuando sea necesario, reducir el riesgo de interrupciones debidas a la rotación de