La cirugía plástica ha evolucionado considerablemente desde sus inicios en la antigua India, donde se utilizaban técnicas como los injertos de piel con fines reconstructivos. Durante la Edad Media y el Renacimiento, la experimentación continuada mejoró estos métodos. En los siglos XIX y XX, las guerras y los accidentes industriales propiciaron nuevos avances en la cirugía reconstructiva para ayudar a los soldados y trabajadores heridos. La introducción de la anestesia, las técnicas estériles y un mejor instrumental quirúrgico mejoraron los resultados de los pacientes. Hoy en día, la cirugía plástica abarca procedimientos tanto reconstructivos como estéticos, y se basa en gran medida en avances tecnológicos como el láser, las imágenes en 3D y las técnicas mínimamente invasivas para lograr resultados óptimos.